Los niños crecen de manera muy rápida y es inevitable darse cuenta que después de apenas unos meses de haber comprado moda infantil, esta ya les ha quedado chica. Si esto se suma al cambio de temporadas, resulta que muchas veces los más pequeños del hogar usan sus tenidas más hermosas tan sólo un par de veces.
En algunas ocasiones festivas los padres desean comprar tenidas especiales a sus hijos. Ejemplos de estos casos son cumpleaños, matrimonios, navidad entre otros. En estas fechas, y también en otras oportunidades, es una dicha poder contar con prendas especiales y vestir a los niños a la moda, con ropa que los haga lucir hermosos.
Sin embargo el cuestionamiento es si vale realmente la pena gastar tal dinero para una sola ocasión o en el mejor de los casos para más oportunidades.
A pesar de las desventajas de comprar ropas nuevas y costosas, el ver a los pequeños vestidos a la moda y verse hermosos en sus tenidas, produce una sensación especial en los padres. Claramente la satisfacción que trae la moda infantil y la belleza de las prendas para niños es para los padres, abuelos o amigos y no para los niños. Ya en la medida que van creciendo ellos mismos también escogen lo que desean ponerse, sin embargo en los primeros años son los padres quienes se llenan de dicha y orgullo con la hermosa apariencia de sus hijos. Es por esta felicidad, que en muchas ocasiones los padres prefieren la moda infantil y realizar compras para sus hijos que para ellos mismos.
La buena noticia es que cuando los niños son pequeños se recibe mucha vestimenta regalada. Es común que amigos y conocidos cuyos hijos ya han crecido regalen la ropa usada a o quienes tienen hijos más pequeños. Por otro lado también es frecuente que familiares de los niños, tíos y abuelos, regalen vestimentas nuevas.