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Descubre la verdad de las estrías



No recuerdo bien cuándo me salieron mis primeras estrías, pero sí recuerdo que las más antiguas las tengo en las rodillas, que contrastan suavemente con el tono moreno de mi piel. Luego en las caderas coleccioné otras más. Las fluctuaciones de peso, o en realidad cualquier crecimiento, provoca que el colágeno y la elastina se debiliten (los componentes que permiten que tu piel esté firme), lo que eso significa que las estrías pueden hacer su aparición.

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La mayoría de las personas las tenemos; y al menos un 70% de las mujeres las obtendrá después de un embarazo ¿Hay realmente alguna fórmula mágica para hacerlas desaparecer? Lamentablemente, no. Pero eso no significa que no puedas disimularlas mejor:

Cremas sí,  pero hay que escogerlas bien

Los retinoides tópicos ayudan a promover la producción del colágeno —eso significa que la textura y la apariencia de las estrías mejora. Las mejoras son lentas de ver, pero puedes ayudar a tu piel a absorber mejor los ingredientes activos de las cremas si estas contienen manteca de karité y centella asiática, elementos conocidos por su acción sobre la producción de colágeno.

Puedes prevenirlas

Si estás planeando bajar o subir de peso, cambiar de contextura, incluso aumentar la musculatura, considera que vas a someter tu piel a un cambio que debilita su flexibilidad. A las embarazadas se les recomienda siempre masajearse con aceites naturales, y en realidad cualquiera que quiera evitar estrías puede hacerlo. Masajea las zonas más problemáticas (muslos, caderas, abdomen, brazos) con un tónico natural.

Puedes intentar camuflarlas

Si las cremas y los tratamientos láser no son lo tuyo, pero esas líneas realmente te acomplejan, puedes mezclar algo de tu hidratante corporal con la base que usas y aplicarla sobre las estrías con una brocha. Intenta que la base sea a prueba de agua o difícilmente durará más que un par de horas.

Puedes aceptarlas

Si consideras que tu problema es más profundo que las líneas estiradas de tu piel, considera ir a un especialista. Pero si no te quita el sueño, ya que las tienes, aprópiatelas. Forman parte de tu cuerpo y de la historia de tu piel, siempre puedes hacer lo posible por mejorar su apariencia, pero no dejes que un detalle te atormente. Admitir nuestras imperfecciones nos permite quitar el foco sobre nuestro cuerpo y el juicio al que lo sometemos.