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Balayage versus mechas, ¿Cuál es la mejor opción para tu cabello?



Créeme, tu melena es el mejor accesorio del que puedes presumir en invierno y verano. Corto o largo, nadie se puede resistir a un cabello con vida, movimiento y color. A pesar de que las tendencias capilares se han volcado al teñido de colores candy (que les contamos en este post), hay quienes persiguen un look más natural. Para estas mujeres, el balayage y las mechas son las mejores opciones pues iluminan el rostro lo que a su vez suaviza las facciones del rostro. Ahora la disyuntiva es la siguiente: ¿Cuál es la mejor técnica: el balayage o las mechas? Vamos por parte…

Balayage

BALAYAGE

Se trata de una técnica de tinturado de origen francés  inventada durante los años 90 que se ha vuelto superpopular, tanto como para que las actrices Jessica Biel, Amber Heard y Olivia Wilde la hayan aplicado en sus cabelleras. Sin el uso de papel aluminio, se aclara la cabellera con la ayuda de una brocha con la que se va ‘barriendo’ el color, iluminando la melena hasta las puntas. No se aplica desde la raíz, por lo tanto no necesita retoque constante. ¡Puedes visitar a tu peluquero cada 3 ó 5 meses! En general, es un proceso menos invasivo solo necesitarás decoloración si deseas marcar bien la diferencia entre tonos.

MECHAS

Su gran característica es que el tinturado se realiza, evidentemente, por mechas con la ayuda de mallas (sí, aquellas con las que es fácil parecerse a Gollum del Señor de los Anillos) o papel aluminio. Si bien la idea original es crear cadejos de luz, con este procedimiento las mechas quedan marcadas tal como las luce Blake Lively, Kate Beckinsale y Jennifer Aniston. El look californiano, aquel que Gisele Bündchen puso de moda el año 2007, funciona de la misma forma pero con un efecto degradé que va de un tono más oscuro a más claro, desde la raíz a las puntas. Requiere de retoque cada 2 a 3 meses.

Sin importar la opción de tinturado que escojas, procura extremar los cuidados de tu cabellera, empezando con el lavado para lo que necesitas un shampoo neutro, sin sulfatos. En verano, vale la pena que cambies tu acondicionador por una mascarilla de tratamiento por lo menos tres veces a la semana.